Por María Arce
El cerebro suena como un piano a puro jazz. Con acordes y escalas típicos de una improvisación de jazz. Así lo demuestra un experimento realizado por científicos de
"La música y el lenguaje nos definen
como humanos. La expresión emocional y la comunicación, a través del lenguaje y
la expresión artística no lingüística, se reconocen fuertemente vinculadas a la
salud y al bienestar. Por lo tanto, como una expresión artística, la música puede
representar la mente humana o el estado de ánimo". Con esa premisa en
mente, publicada en la revista especializada PLoS ONE,
los científicos chinos decidieron poner manos a la obra y ampliar trabajos del pasado
que habían intentado traducir las ondas cerebrales a melodías.
Durante las últimas décadas, científicos
y artistas buscaron diferentes métodos para hacer de un electroencefalograma
(EEG) una partitura, pero los
resultados habían sido bastante toscos, con melodías chillonas y
metálicas y en algunos casos insoportables. Hasta
ahora.
Los científicos chinos lograron que el
cerebro ‘cante’ luego de combinar
los impulsos eléctricos que emite cuando piensa con el flujo sanguíneo cerebral
de ese mismo momento y voila: música para los oídos. O mejor dicho, jazz para los oídos.
Lo que hicieron fue utilizar las
imágenes del encefalograma para crear los tonos y la duración de las notas y
las imágenes de la resonancia magnética para controlar su intensidad a través
de un software especial.
"La terapia musical sería una
buena aplicación de la música cerebral", señaló Jing Lu, a cargo de la investigación
en la que también participaron otros seis expertos del Laboratorio Clave para
NeuroInformaciónn del Ministerio de Educación de China, la Facultad de Ciencias de la Vida y Tecnología de la Universidad de Ciencia
Electrónica y Tecnología de China, el Conservatorio de Música de Sichuan, el
Centro de Ciencias de la Vida
y los Institutos de Ciencias Biológicas de Shanghai de la Academia China de
Ciencias.
"Creo que esta será una maravillosa
aplicación si ampliamos la investigación", agregó el científico que utilizó
para este experimento a una mujer de 31 años y a una adolescente de 14.
Los expertos creen que en el futuro
podrían aprovechar la
misma música cerebral para ayudar a las personas a controlar sus propias ondas
cerebrales y aliviar así
problemas de ansiedad y depresión.
Precisamente, se conoce como terapia de
biorretroalimentación, aquella en la que los pacientes se esfuerzan para
controlar conscientemente la actividad cerebral, explicaron los científicos.
Pero los investigadores chinos no se
quedaron solo con sus oídos y pusieron
la melodía bajo análisis de expertos. Un panel de 10 músicos la
escuchó en profundidad y señaló que la música cerebral sonaba como si hubiese
sido obra de un eximio compositor.
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